martes, 1 de febrero de 2011

For Susan

De: Marta Hrybowicz

Te digo, mi reina mustia de gritar la injusticia, que me esperes al amanecer. Dejá que Nueva York te clave los puñales de su luz y encendé el incienso triste de tu sangre. Contáme las horas que faltan para que escribamos la historia. Abríle la puerta a Cronos que sabe esculpir bellos surcos en tu piel, pero ¡cuidado¡ Puede enredarte en el laberinto de tu apocalipsis. ¿Tomarás mi luna para ensortijar tu pelo? Marilyn ya se fue: tu compasión no le alcanzó. Y no llames a David. Está llorando la palabra final.
Te digo, pequeña iluminadora de los ciegos, que me esperes al atardecer. Tendrás un caleidoscopio universal de miradas; pintáles las retinas con tu gramática profunda. Te llevaré un ramo de aullidos negros: dáles albura de madrugada. Olvidáte de Sarajevo; ahora disparan a la vuelta de tu esquina. Entonces, mejor prepará el pan de aromas y alimentáte entera. Si no van a Bosnia, condenálos y luego escuchemos juntas el réquiem. Entre sombras, cantáme tu prosa que escupe las biblias equivocadas. Dá vuelta las páginas negras y volcá sobre ellas leche de sol.Te digo, por última vez te digo que me esperes. Siempre te apurás para todo, para hablar, para abofetear, para derramarte en luces. ¿Cómo harás para desenvolverte de la tela sutil que es tu capullo ahora herido sin remedio? ¿Cómo podrás surgir blanca desde la oscura sábana que se enrosca en tus días? Difícil historia para escribir, intrincada trama sin color. El oráculo te habla; escuchálo en íntima confesión. No me dejes.
With love
Annie

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